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¿Llegando a tus 30 años?

15.08.2014
Si es tu caso, estás atravesando una etapa muy importante de tu vida, regularmente caracterizada por la transición desde un estilo de vida más bien despreocupado hacia una fase en que tienes que empezar a cumplir las metas y objetivos que te has planteado.

Si es tu caso, estás atravesando una etapa muy importante de tu vida, regularmente caracterizada por la transición desde un estilo de vida más bien despreocupado hacia una fase en que tienes que empezar a cumplir las metas y objetivos que te has planteado. Desde el punto de vista personal, seguramente tendrás hijos pequeños o estarás planificando su venida, mientas que la relación con tu pareja se encuentra en plena maduración.

Tu vida profesional está entrando a su período de mayor relevancia y, con ello, simultáneamente, debes sentar las bases para el adecuado desarrollo económico de tu familia mediante la compra de una vivienda propia, un primer o segundo vehículo, el establecimiento de un fondo para la educación futura de tus hijos, la consolidación de un fondo para emergencias, etc.

Importantes estudios llevan a pensar que el entorno que enfrentan los “treintones” no es el mejor, pues los niveles de desempleo a esa edad son superiores a lo que solían ser antes y, a la vez, los costos para establecer un hogar bien equipado también son más altos. Por ello, es necesario que observes las recomendaciones que los expertos financieros plantean para las personas de tu edad:

  • Ahorra cuando puedas hacerlo

Cuando tengas que pagar una deuda hipotecaria y tus préstamos por la compra de vehículos, muebles y electrodomésticos, mientras enfrentas también los costos de la paternidad, será muy difícil que logres ahorrar. Por eso, es necesario que, antes de llegar a esa etapa de la vida, logres formar un buen nivel de ahorros.

  • Crea hábitos adecuados de comportamiento financiero

Este es el momento en que debes imponerte ciertas reglas de comportamiento financiero que te servirán para toda la vida. Por ejemplo: ahorrar un cierto porcentaje de todos tus ingresos; ahorrar en su totalidad o en mayor porcentaje determinados ingresos, como las horas extras, las utilidades, etc., vincular tus ahorros a metas concretas que te propongas, como comprar un mueble, un vehículo, etc.

  • Conversa con tu pareja acerca de las finanzas familiares

Es vital que las parejas se encuentren alineadas tanto en los objetivos financieros como en los medios para alcanzarlos. Ello solamente puede lograrse si la pareja se toma su tiempo para hablar de sus finanzas. Recuerda que estas conversaciones seguramente disminuyen las probabilidades de fuertes conflictos posteriores.

  • Predica con el ejemplo

Para aquellos que ya tienen hijos debe ser claro que se pierde credibilidad cuando damos lecciones con la boca y malos ejemplos con nuestras acciones. Por ejemplo, cuando decimos a nuestros hijos que no es necesario tener siempre el último juguete que salió de moda y, a la vez, ellos se percatan que no refrenamos nuestro consumo hasta el punto que cada mes es un gran problema encontrar dinero suficiente para pagar la cuenta de la tarjeta de crédito.

 

  • Piensa también en el corto plazo

Normalmente asociamos un buen comportamiento financiero con la capacidad de ahorro e inversión a largo plazo. Ello está bien, pero no debe significar que perdamos de vista la bondad de tener una parte de nuestros ahorros de la manera más líquida posible. En nuestra realidad lo único permanente es el cambio, dicen, y en ese cambio se presentan muchas oportunidades que se pueden aprovechar si cuentas con la liquidez necesaria. Un manejo financiero óptimo debe considerar el ahorro tanto de corto como de largo plazo.